1º) Empieza por lo más fácil. Ya tendrás tiempo de hacer lo más difícil. Caminar enseña que, poco a poco, paso a paso, se llega a cualquier sitio.Trázate una meta y verás como, paso a paso, llegas a lo que te propongas. Pero no se llega de un salto, sino poco a poco.
Si hoy haces una excursión fácil, mañana podrás hacer algo más difícil.
2º) Anda también por la ciudad. No sólo hay que andar por el monte.Para coger forma física, propiciar un desarrollo sostenible y contaminar menos,
es una sana costumbre utilizar menos el coche o el autobús y hacer andando todo lo que puedas. Tiene efectos beneficiosos para tu salud, tu economía y tu forma física.
Disfutarás mejor la montaña.
3º) Prepara bien la mochila. Para cada excursión y según la época del año hay que llevar la ropa adecuada. Para una sencilla excursión basta con un chandal y unos deportivos. Para una ascensión de alta montaña hay que llevar una buena ropa.
En todo caso, agua, frutos secos, fruta, etc. siempre hay que llevarlos en la mochila.
También la máquina de fotos, chubasquero, gorro, etc. Si va a hacer frío o nieve: guantes, polainas, ropa de abrigo, etc. Si tienes dudas, pregunta.
4º) Respeta la naturaleza. Visitamos lugares frágiles, ecosistemas muy delicados que han sobrevivido durante miles de años. Lo ideal es que se los dejemos así a las generaciones futuras,
para que también lo puedan disfrutar. Procura que no se note su paso por la naturaleza, no tires botes, papeles, etc. No recojas plantas protegidas.
No asustes a los animales. Disfruta, pero molesta lo mínimo. Camina por las sendas marcadas, siguiendo las rutas que tradicionalmente se han usado.
5º) Respeta al grupo. En las excursiones vamos personas de distinta forma física y nivel. Pero, como todos sabemos, el último es el que marca el ritmo del grupo.
Si tienes que esperar, espera; aprovecha para disfrutar del paisaje, hacer fotos. Ayuda al compañero que necesita tu apoyo. Sigue los consejos del guía. Siempre hay tiempo para hacer la excursión.
Lo ideal es que el que ha ido una vez de excursión vuelva otra vez. De tí también depende.
6º) Cuídate. Durante la excursión, bebe agua y toma alimentos de vez en cuando. Busca las botas que se adecúen a tus necesidades, no a las del vendedor.
No hagas largas travesías con botas nuevas. Para las agujetas, lo mejor es fruta y hacer ejercicio de vez en cuando. Cuídate las temidas ampollas.
La práctica continuada siempre ayuda a evitar estos molestos problemas.
7º) ¿Y si me pierdo? Procura no alejarte nunca del grupo, camina siempre en grupo, especialmente cuando hay niebla, llueve, nieva o en terrenos complicados.
En el caso de que, por cualquier razón debas pararte, avisa a los que te preceden, para que te esperen.
Y, si definitivamente, alguna vez te pierdes, espera, en cuanto observen que faltas volverán a por ti, es más fácil encontrarte por donde se ha pasado, que si te pones a caminar hacia lugares desconocidos.
El guía conoce el camino que se ha recorrido, pero no el que tu puedas hacer, volverán y te encontrarán.
Atiende a las tres señales que, cuando alguien se pierde, se hacen con un pito (se oye desde más lejos que la voz) y procura contestar y dirigirte hacía donde se oigan.
Es aconsejable llevar el terléfono móvil, aunque en muchos lugares no tiene cobertura, lleva apuntado el número de móvil del guía (pero apágalo durante la excursión y enciéndelo sólo en caso de extravío).
Si hablas por teléfono con el guía, dale todas las referencias posibles para que te puedan localizar prontamente. En última instancia, el 112 es el teléfono europeo de emergencias.
8º) Seguiremos…